MOTÖRHEAD – ACE OF SPADES

They’ve got the power now
but soon its our hour now
We all now where we been
All we do is Live to Win

El disco más famoso de los abuelitos de Metallica, Megadeth, Venom y toda esa generación. Si hay algo que me encanta de Motörhead es como el trío paso de ser la peor banda de todo el Reino Unido, a ser uno de los iconos del metal (bueno, metal de los 80s).

Todas aquellas personas que hayan jugado Tony Hawk deben de acordarse de la canción del video donde salía rifándose el físico mr. Tony Hawk. Y es esa canción la que abre el disco, el todopoderoso As de Espadas.

En mi opinión, existen tres clases de canciones: las que las escuchas y no te gustan del todo a la primera, pero después de un tiempo se vuelven un orgasmo (así me paso con Stairway to Heaven, lo confieso), las que te gustan a la primera y después con el tiempo caducan (es el caso de Nothing Else Matters de Metallica, Rape me de Nirvana y hasta Creep de Radiohead) y las que, por alguna misteriosa e incomprendida razón, las escuchas por primera vez y quedas en una especie de trance, y es tal la mezcla de asombro y orgasmo que no sabes que hacer y, lo que es más importante, el tiempo no les quita ese sabor que te queda en los oídos y el subconsciente. Bueno, tal vez exagero, pero al menos así me ocurre cada vez que escucho Ace of Spades, Black Metal (Venom) y otras pocas canciones que no vienen al caso mencionar ahora. Suenan tan poderosas la primera vez como las siguientes. Supongo que eso depende de cada persona…

Volviendo al disco, todas las canciones son distintas versiones de la formula marca Lemmy Kilmister de: Estructura de Rock básico + Letras, sonido y batería con doble bombo metalero (que no se luce tanto en este disco) + Velocidad y Suciedad Punk. Todo el disco está cubierto de esta sencilla pero efectiva y poca madre formula. Por mi parte mis rolas preferidas del disco son la homónima Ace of Spades, Live to Win (la hermosa ecuación de vida de Lemmy Killmyster de “Nacido para perder, Vivir para ganar”), We’re the road Crew (sobre todos los roadies y secres q hacen el paro a las bandas en cada concierto), Jailbait (hacerca de lo hermoso y peligroso q es andar y coger con nenas menores de edad), y quizá.. The Hammer…. Pero solo quizá…

En fin… disfruten de esta joya del rock… y si no lo hacen… no tengo la culpa yo.

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Tyler Durden’s Mexican Dream

El mundo que yo veo, es muy diferente al que quizá tu vez…
En el mundo que yo veo estarás pescando ajolotes, peces y patos a las orillas del lago de Texcoco
Con ropa de algodón que te durara toda la vida
Y en el fondo, cubierto de fango podrás ver los restos hundidos del Zócalo la Ciudad de México
Quizá sobre la isla formada sobre la Catedral o la torre Latinoamericana
O en alguna chinampa a orillas de Tepito.

En mi mundo volaremos en pedazos la presa Hoover, orgullo del vecino "Americano".
Para que pueda volver el caudal al delta del rio Colorado
Y pescaremos totoaba y sardina en el Alto golfo de California

También se podrá cultivar maíz y algodón, y pescar en la laguna de Mayran
En cuyo fondo yacen los restos de las otrora grandiosas ciudades de Torreón y Gómez Palacio
Después de volar la presa del rio Nazas.

Y sobre los restos del parque fundidora
Veras pequeñas figuras secando carne de cabrito
Y a lo lejos, al oriente, la imagen del cerro de la Silla.

No eres el auto que conduces
No eres el dinero de tu cartera
Eres la mierda danzarina y obediente del mundo...

PENDEJADAS DEL CAMINO: EL VAQUERO…

El siguiente texto lo vi hace poco una mañana mientras caminaba crudo (quizá todavía algo ebrio) por las calles de Cuauhtémoc, Chihuahua. Escrito en la pared de afuera de una tienda de botas y sombreros. Me pareció divertido, así que, a falta de cámara, me puse a apuntarlo en lo primero que encontré a la mano, una servilleta semi-usada en este caso (imagínese usted la escena, querido lector).

El texto decía más o menos así:

Entre la seguridad de la infancia y la inseguridad de una segunda infancia encontramos a este fascinante grupo de hombres llamados vaqueros. Estos vienen en variados tamaños, medidas, sombreros y estado de ebriedad. Se los puede encontrar en ciudades, pueblos, ranchos, cantinas y/o cárceles… y siempre en deuda.

Un vaquero es toda calma en un juego de póker, es bravura con las espuelas, energía en la duela de baile, guarda una leyenda del viejo oeste junto con una copia de Playboy. Ahh, y rara vez no lleva un six de cerveza o una anforita con whisky.

Tiene la urgencia de una tortuga, la discreción de un zorro, mente de soñador, historias de un capitán de barco, la sinceridad de un mentiroso, las aspiraciones de un Casanova y cuando desea algo generalmente está relacionado con caballos o mujeres. Entre sus aficiones se encuentran las mujeres, cerveza, golpes, whisky, rodeo, tabaco, más mujeres y el olor a cuero de su montura.

No le agrada contestar cartas, su jefe, la ley y sus representantes, hacer fila y que le digan que se quite el sombrero. Nadie mas puede meterse en el bolsillo una libreta de direcciones negra, un paliacate, la foto de su mas reciente conquista, una bolsa de tabaco y lo que queda de la paga de la semana pasada. Gusta de gastar su dinero en chicas, póker, mucho en cerveza, algo en billar y el resto en tonterías.

En fin, un vaquero es una criatura majestuosa, podrás borrarlo de tu libreta de direcciones o contactos, pero no de tu corazón. Puedes querer olvidarte de ese bueno para nada, lagañoso y distanciado amante. Pero todo se viene abajo cuando llega después de su ausencia, toca la puerta, te mira con sus ojos tristes y colorados y dice “¡Hola morra! ¡Qué hay de nuevo!”.