Naturaleza Pervertida: LOS BONOBOS

En esta ocasión queridos lectores, traemos a ustedes la lindísima historia de los bonobos. Como la mayoría de ustedes sabrá nuestros parientes mas cercanos son los chimpancés, de los cuales existen dos especies: el chimpancé común Pan troglodytes (Chita y simios similares) y el Pan paniscus, o bonobo, el cual es objeto del articulo de hoy.

Esta especie se caracteriza por compartir con nosotros, los Homo sapiens poco más del 98% de su material genético (mas que una cebra a un caballo o un perro a un zorro), pasar más tiempo en posición erguida que su primo el chimpancé común, ser más delgado de piernas y brazos y, principalmente por el papel que juega el sexo en su sociedad y cultura. Mientras que los Pan troglodytes son unos cabrones changos violentos (son los que vemos en Discovery Chanel organizando guerras entre grupos vecinos, cacerías de otros monos y ocasionalmente cachorros de leopardo (¡!)), el bonobo, cual hermosa utopía hippie, ha sustituido la violencia por el sexo, jugando este un importantísimo papel en su sociedad. Y son junto a los humanos los únicos primates que han sido observados realizando sexo cara a cara (la posición del misionero), besos con lengua y sexo oral, entre otras muchas practicas que harían las delicias del marques de Sade. También se diferencia de su primo en que su sociedad es un matriarcado, ósea, la hembra más vieja es la que manda (así es chicas, leyeron bien), y aunque los machos son de mayor tamaño, resultan raras las confrontaciones entre sexos.

A manera de ejemplo: Cuando un grupo de bonobos encuentran una nueva fuente de comida o lugar de alimentación, la excitación general de la manada suele desembocar en una enorme actividad sexual, la cual culmina en una orgia grupal. Presumiblemente descargando la tensión de los participantes y permitiendo una alimentación pacífica y civilizada.

También se los ha visto usar el sexo como saludo, medio de reconciliación, forma de pagar favores y para reforzar lazos de amistad entre individuos del mismo clan. Imagine usted querido lector, a manera de ejemplo, que una mañana desee pasar a saludar a Lola, su linda y quinceañera vecinita. Y cuando ella pregunte “Hola vecino, ¿cómo ha estado?” Usted esté listo y preparado para contestar con el miembro en la mano “bieeeeeeeeeeeeennn” y contagiar su felicidad a su tierna congénere mediante la felación.

Antes de que piensen en extirpar el 2% de código genético que nos divide de estos fascinantes animales e irse a habitar algún oscuro lugar de las selvas africanas, deténganse un momento y pónganse a pensar en esto. Los bonobos no dan importancia a género o edad (si acaso evitan relaciones sexuales entre parientes cercanos). Ya que el 99 % de los individuos son bisexuales (¡!). Así que la situación anteriormente descrita podría resultar en que algún día no muy afortunado toque a tu puerta Joaquín, el vendedor de tortas de la esquina, y llegue diciendo algo así como: “hola vecino, ¿se acuerda de aquellas tortas y que le di fiada la otra vez? Pues llego la hora de pagarme”… no necesito describir la escena siguiente…

Otro dato interesante es que, aunque el número de relaciones sexuales es mucho mayor que el del chimpancé común, su tasa de reproducción en estado salvaje es la misma. Dicho de otra forma, saben diferenciar entre reproducción y sexo.

Para finalizar, citare una frase del sabio filósofo de nuestros tiempos, Homero Simpson. En el capitulo en el que adquiere a un mono ayudante llamado Mojo: “Míralos Marge, son tan parecidos a nosotros”…