Resulta evidente que es poca la influencia que tenemos (salvo los suicidas) sobre el como y cuando vamos a morir, lo menos que podemos hacer es recibir a la huesuda con algo de dignidad.
No es la primera vez que lo menciono, pero deseo volver a aclarar algunos detalles para el día en que llegue mi hora de abandonar este terrenal mundo y sea necesario deshacerse de mis apestosos y putrefactos restos.
Así que, el día de mi funeral, espero ser incinerado en una pira funeraria, a la antigua (aun debo averiguar detalles legales) y mis cenizas arrojados al mar, entrada al inframundo para mis ancestros mayas, mexicas y de otros pueblos originarios.
Y lo mas importante, mientras mi cadáver se asa a la parrilla, es mi voluntad que comience a sonar como música de fondo Orion, de Metallica. Ya se que es la misma que se puso en el funeral de Cliff Burton (el la compuso casi toda) ¿Y que? Prefiero que suene esa poderosa melodía a cualquier otra. Esa es mi voluntad.
Y usted, ¿cual escogería? o prefiere dejar la elección a amigos y parientes…
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